martes, 30 de agosto de 2011

Dios y la Educación


Antes de iniciar con esta reflexión,  debemos de situarnos en el titulo de este tema: ¿Quién es Dios? Dios es concebido como el creador sobrenatural y supervisor del universo, es el que nos da la fortaleza diaria para nuestra subsistencia. ¿Qué es la educación? El proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores, costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra: está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.

            En primer lugar, mi reflexión se basa explícitamente en las Sagradas Escrituras, en donde hay concordancia y sintonía de Dios con la educación, todo esto lo baso en que nosotros, por nosotros mismos, no tendríamos la capacidad de comprender las cosas que nos suceden a diario. 

En el Antiguo Testamento, vemos a Dios educando en el libro del Génesis, debemos de tener en cuenta que el libro de génesis encaja exactamente en la definición de libro histórico bíblico, recordando siempre que el término "histórico" no debe entenderse en el sentido que se otorga a la historiografía moderna. En este libro, nos cuenta como Dios ha creado el mundo y nos da a nosotros los hombres todo lo necesario para subsistir, es en esta parte donde vemos como Dios es capaz de educar al hombre para situarse en medio del mundo, esto lo vemos claramente en las figuras metafóricas de Adán y Eva.

            En segundo lugar, en todos los textos del Antiguo Testamento, vemos como Dios nos va hablando y enseñando de su alianza con los hombres, en este sentido, Él nos enseña a amarnos y respetarnos mutuamente, Él quiere que vivamos  y experimentemos en nuestra vida: el amor la fidelidad y la verdad. Si experimentáramos en nuestra vida aprender a vivir a través del amor, nuestro mundo no seria egoísta, sino más bien, seria un mundo de paz y unidad entre todos. La fidelidad es muchas veces un tema difícil en la actualidad de vivir, pero si lo miráramos con los ojos de la fe, es muy distinto, ya que el que es fiel cumple la promesa a pesar de los cambios en las ideas, las convicciones y los sentimientos, que pudiera provocar el tiempo. El que promete se adelanta al tiempo de modo lúcido y libre. El que cumple fielmente lo prometido lo hace consciente y voluntariamente.

En tercer lugar, en el Nuevo Testamento específicamente en los Hechos de los Apóstoles, vemos la manifestación de Jesús y de Dios Padre enviando a los apóstoles el Espíritu Santo, el cual, les da la capacidad de anunciar y testimoniar la fe en Jesucristo. Es a través de este hecho en donde los apóstoles tienen que ir por distintos lugares para propagar el Evangelio,  por esta razón se comienzan a formar las primeras comunidades donde comienzan a compartir las enseñanzas de Jesús, es en estos lugares donde los primeros cristianos comienzan a formarse y educarse en Dios.

Persona Anónima

NOTA: Las imagines utilizadas en la redacción de este artículo no pertenecen a la autoría del redactor del texto, ni a Psicopedagogía: secreto del aprendizaje. Las imágenes han sido extraídas desde diversos sitios de la W.W.W. 

2 comentarios:

Patricia Mora Aranda dijo...

Para los creyentes, los que profesamos una religión, es importante el tema de Dios como el que nos enseña, el que guía y principalmente comparto mucho la visión del Nuevo Testamento en donde Cristo es figura central,
el que nos enseña del amor profundo, de la libertad plena, de la paz y como paso a paso, por obra del espíritu, se forman las primeras comunidades Cristianas misioneras que se movían de lugar en lugar transmitiendo, hablando, participando, escuchando... educando a las personas en el amor. Si en nuestras vidas diarias pusiéramos el amor antes que cualquier cosa, tal vez todo sería distinto: el conocimiento sobre las cosas sería un misterio cada día, algo nuevo por descubrir, nos asombraríamos del vuelo de las aves, del color de las mariposas, de los ojos de las niñas y de los niños, de la sonrisa del ser humano. Ya no seríamos esclavos de un sistema en que el dinero es base fundamental, no, porque el amor no necesita ensuciar la vida con un precio.

Elsa dijo...

Un texto muy interesante, que nos lleva a reflexionar.
Un abrazo,Elsa